Semana 03.
—Yo discrepo —Taehyung se cruzó de brazos—. Puedo darte muchísimas razones del porqué tu opinión está completamente errada.
—Ambos sabemos que no hay ninguna razón lógica para decir que mi opinión es errada —Hoseok imitó la acción de Kim.
Yoongi miraba desde lejos la discusión de Taehyung y Hoseok mientras esperaban a Jungkook y Sungmin en el estacionamiento del edificio.
Hoy los cinco habían decidido tener un día de distracción fuera del departamento ya que el paso de los días lejos de Jimin estaban empezando a hacer peso sobre ambos Jeons.
El plan fue ideado por los tres amigos del rizado, con algo de ayuda de Jimin a través de mensajes y consistía en compras en el centro comercial más cercano, un almuerzo en cualquier lugar con la única condición que fuera comida chatarra, un paseo por el parque y, sólo porque el clima estaba cálido, cerrarían su plan yendo por helado.
Jungkook, muy al contrario de lo que todos creyeron, aceptó la idea sin ninguna objeción.
Él y Sungmin no habían estado a más de unos metros del departamento desde la ida al supermercado. Y no es que Jungkook no quisiera tener un paseo con Sungmin como los que el pequeño tenía siempre con Jimin, pero entre todas las cosas que debía hacer en el departamento y el cuidado del pequeño ojiazul, ¿en qué momento se hacía un espacio para salir a pasear? Ese era un punto que aún no lograba resolver.
Algunos minutos después el rizado salió por las puertas del edificio cargando a un Sungmin muy sonriente en un brazo y con la pañalera colorida del pequeño colgando sobre el hombro contrario.
Al llegar al lado de Yoongi no pudo evitar prestar atención a la tensa discusión que mantenían sus amigos.
—¿Y ahora qué? —preguntó el ojiverde mirando en dirección a los dos chicos.
—Siguen con la discusión de ayer —respondió Min mirando en la misma dirección.
—¿En serio? —el rizado suspiró—. Supongo que es hora de actuar como padre.
Jungkook se acercó hasta los dos escuchando la discusión de más cerca. Ambos chicos ya se notaban molestos y acompañaban sus palabras haciendo gestos con sus manos.
—¡Claro que no, rubio idiota! —exclamó enojado Hoseok.
—Wow, wow, ¡tranquilos! —interrumpió el rizado—. Esta discusión ya se está volviendo agresiva, se calman.
—Pero... —dijeron los dos al unísono, dirigiéndose una mala mirada cuando se dieron cuenta que ambos hablaron al mismo tiempo.
— "Pero" nada. No pueden insultarse solo por tener una opinión distinta, ¿Qué clase de ejemplo le quieren dar a Sungmin? —Taehyung iba a hablar pero Jungkook no se lo permitió—. No, Taehyung. Creí que ayer había quedado todo arreglado entre ustedes.
Hoseok abrió la boca para hablar pero esta vez fue Sungmin quien lo hizo callar llevando su dedo índice a sus labios soltando un suave "shhhh", acción que aprendió estos últimos días luego de las dos semanas de convivencia con Yoongi.
Jungkook reprimió una risa por la acción del pequeño y continuó.
—Gracias, Minnie. Eso estuvo muy bien —halagó a Sungmin quien rápidamente se sonrojó.
Taehyung y Hoseok mantenían su mirada baja mientras Jungkook hablaba y Yoongi admiraba con gracia la escena desde más atrás.
—Qué uno prefiera la película de los Minions y otro la de Shrek no quiere decir que alguno esté errado o que deban insultarse. Solo son gustos diferentes. ¿Podemos cerrar la discusión en que ambas son buenas películas y listo? —Jungkook trató de negociar.
—Está bien, supongo —dijo resignado Hoseok.
—Pero en serio quiero ver Shrek con Sungmin —el rubio soltó un suspiro—. Y si no gano esta discusión no lo hará.
—Sungmin estará feliz de ver ambas películas con ustedes sin la necesidad de que una sea mejor que otra, ¿si? —ambos chicos asintieron con una leve sonrisa—. Ahora súbanse al auto antes de que me arrepienta de salir con ustedes.
Jungkook se quedó en el lugar viendo a ambos chicos caminando en dirección al auto. Unos segundos después Yoongi se acercó y habló.
—Aunque realmente Shrek es mejor.
—Lo sé, pero me rehúso a darle la razón a Taehyung —respondió el rizado.
Ambos comenzaron a reír de camino al auto.
✧✦✧
El camino al centro comercial no fue muy largo.
Una vez que llegaron, los cinco se bajaron del auto y se dirigieron hacia adentro.
Sungmin estaba demasiado entusiasmado, tanto por el día fuera de casa como por su atuendo de hoy.
El pequeño iba vestido con un entero gris con dos orejitas sobre su capucha, sin dudas es su favorito.
A su lado iban Jungkook y Yoongi, el rizado sosteniendo una de las pequeñas manos del castañito quien iba caminando con pasos cortos.
Taehyung llevaba un rato burlándose de ambos cuando notó que vestían de una manera casi idéntica; camiseta mangas cortas un tanto pegadas a sus cuerpos, la del rizado color blanca y la de Yoongi gris oscuro y pantalones tipo cargo con la única diferencia que los de Jungkook eran color negro y los de Yoongi camuflados.
El rubio le tomó varias fotos cuando ambos estuvieron al lado del pequeño ojiazul diciendo entre carcajadas que serían los indicados para una secuela de "Una niñera a prueba de balas".
Todo concluyó con Yoongi arrebatándole el teléfono a Taehyung y escapándose entre los autos con el chico tratando de alcanzarlo.
Luego de unas vueltas por el centro comercial y algunas compras innecesarias, Jungkook les pidió que cuidaran a Sungmin mientras usaba el baño. El rizado se quejó por haber bebido tanta agua antes de salir cuando vio que había una larga fila en la puerta.
Hoseok, Yoongi, Sungmin y Taehyung se quedaron en un banco esperando a que Jungkook regresara.
Los tres adultos estaban ocupados entreteniendo al pequeño cuando Taehyung divisó a lo lejos a una castaña que observaba la situación con una sonrisa.
—Minnie, este es tu momento para ayudar a tío Tae —se levantó con el pequeño en sus brazos ganándose una mirada confusa por parte de Yoongi y Hoseok.
Dio unos pasos y se encontró con la chica que ya venía en su dirección.
—Hola —dijo la chica con voz suave—. Tu hijo es muy lindo —miró al castañito que la observaba un poco serio—. ¡Oh y tiene tus ojos!
—¡Hola! ¿Si tenemos los mismos ojos quiere decir que yo también te parezco lindo? —coqueteó el rubio.
La castaña se sonrojó y continuaron su conversación bajo la seria mirada de Sungmin.
Unos minutos después Jungkook regresó junto a Yoongi y Hoseok, haciendo una mueca de confusión al no ver a Taehyung y Sungmin.
—No querrás saber —advirtió Yoongi sabiendo que iba a preguntar el rizado.
—Oh por Dios, ¡no me digan que los perdieron! —dijo asustado.
—Claro que no, están por allá —Hoseok señaló en la dirección.
Jungkook vio a lo lejos a Taehyung riendo con una castaña y a Sungmin observando a ambos adultos.
—¿Qué está haciendo?
—Aprovecha los beneficios de la ternura de Minnie para llamar la atención de la chica —respondió Yoongi.
—Oh maldito rubio —dijo Jungkook comenzando a caminar en dirección a Taehyung y Sungmin pensando como castigar al chico por usar a su hijo para coquetear.
—Voy a disfrutar esto —Hoseok se acomodó sobre su lugar mirando atentamente la escena.
Dos pasos más y Jungkook llegó junto a Taehyung y Sungmin.
—Su madre debe ser igual de linda o lindo —dijo la chica.
—Lo es —interrumpió Jungkook—. Mira esta carita, es muy, muy lindo —estiró su mano y apretó suavemente las mejillas del rubio que se tensó al instante que escuchó al rizado a sus espaldas—. ¿Qué haces, caramelito? ¿Otra vez estás presumiendo a nuestro pequeño? —preguntó abrazando por detrás a Taehyung.
—Oh, tú eres...
—El papá de este precioso bebé —dijo acariciando la mejilla de Sungmin quien rápidamente sonrió—. Y el esposo de esta preciosura —mostró el anillo.
—¿E‐Esposo? —dijo la chica realmente sorprendida.
—Si, esposo. Puede que no veas el anillo en su mano —hizo un puchero—. El embarazo lo hacerte retener líquidos y está mañana tuvo que quitárselo, ¿no, bebé? —llevó una de sus manos al estómago de Taehyung que permanecía inmóvil totalmente colorado.
—¿Él está...? ¿Tú estás?
—¿Embarazado? Si, lo está —respondió Jungkook sonriendo—. Aún no se nota ya que solo está de dos meses. Estamos tan ansiosos de ver este vientre hinchado como cuando esperábamos a Sungmin —miró a Taehyung—. ¿Quieres darme a Minnie, caramelito? Ya hablamos sobre hacer esfuerzo de más.
—Oh eso es... muy lindo —dijo la castaña sonando nerviosa—. Son una familia muy tierna —agregó con una sonrisa tensa—. Yo... yo debo irme, mis amigas me deben estar buscando y... eso, adiós.
—Adiós —saludó sonriendo el rizado, haciendo un gesto de saludo con la mano mientras Sungmin copiaba su acción pero con el ceño fruncido.
La castaña se retiró casi corriendo, una vez que la perdieron de vista Jungkook empezó a reír.
—Deberías haber visto tu cara —dijo entre risas—. ¡Oh, si! Es justo esa cara —señaló el gesto de confusión en la cara del rubio riendo aún más.
—¿Qué mierda acaba de pasar? —preguntó Taehyung.
—Oh, ¿eso? Fue solo para que no se te vuelva a ocurrir usar a mi hijo para tus sucios coqueteos —se acercó al oído de Kim y susurró—. Y créeme que te fue bien, Jimin sin dudas te hubiese cortado las pelotas aquí mismo.
Regresaron junto a Yoongi y Hoseok que habían estado observando la escena de lejos.
—Por favor dime que no fingiste que eran una familia y que Taehyung estaba embarazado —dijo Yoongi.
—Eso fue exactamente lo que hice, querido Yoongi —respondió el rizado con una gran sonrisa.
Hoseok hizo un pequeño baile de triunfo y Min suspiró derrotado.
—¿Vamos a almorzar? —preguntó Jung cuando Taehyung se acercó a ellos—. ¡Yoongi invita!
Los cinco retomaron su camino hacia el auto del rizado, cada uno cargando distintas bolsas con sus propias compras. Incluso Sungmin llevaba sus manos ocupadas con dos pequeñas bolsas.
Si Jungkook no pudo resistirse con Sungmin esa vez en el supermercado, en el centro comercial fue aún más difícil. No sólo por la cantidad de tiendas que había ahí si no también por los otros tres adultos que lo acompañaban.
A estas alturas cree que si Sungmin le hubiera hecho ojitos brillantes a un TV gigante o un auto, los cuatro adultos hubieran hecho lo posible para conseguirlo.
El rizado ya se sentía regañado por Jimin y eso que el ojiazul todavía no se había enterado.
En las dos bolsas de Sungmin se podía encontrar, literalmente, cualquier cosa. Incluso habían entrado en una tienda para mascotas donde el pequeño llevó un plato para perros color rosa pastel y un frasco de comida para peces.
¿Tenían alguna de esas dos mascotas en su casa?
No. Pero el castañito parecía muy feliz con ambos objetos y Hoseok no dudó en comprárselos.
La segunda actividad en su lista era el almuerzo, especialmente un almuerzo poco saludable por lo que decidieron ir al primer McDonald's que encontraron.
Cada uno se acomodó en la mesa que eligieron con sus respectivas bandejas. Todos habían elegido hamburguesas y papas mientras que para Sungmin eligieron una cajita feliz cambiando su hamburguesa por nuggets.
Los juguetes de la cajita eran distintos peluches tamaño pequeño, Sungmin no les prestó demasiada atención pese a la insistencia de que elija uno así que realmente no sabían qué juguete había en la caja hasta que la abrieran.
La imagen del pequeño ojiazul analizando la cajera sobre la mesa era realmente divertida y tierna.
—¿Necesitas ayuda, bebé? —preguntó Jungkook al pequeño que rápidamente le dio la caja a su papá a modo de afirmación.
Jungkook abrió la caja, sacó la comida de Sungmin acomodándola sobre la mesa y dejó la caja a un costado.
Minnie siguió con la mirada cada movimiento de su papá y cuando finalmente el rizado dejó la caja sobre la mesa, estiró sus bracitos para agarrarla.
El pequeño miró dentro de la caja y sus ojos encontraron rápidamente al pequeño peluche que permanecía ahí dentro. Levantó su vista y miró hacia los cuatro adultos que observaban entre risas el gesto de sorpresa del castañito.
Con algo de dificultad metió una de sus manos para sacar el peluche, deteniéndose un momento para volver a mirar a su padre y sus tíos y finalmente, cuando notó que tenía toda la atención de los cuatro puesta en él, sacó un pequeño peluche de osito acompañando la acción con un suave "tataan" y unos saltitos sobre su silla.
Los cuatro adultos aplaudieron y festejaron ante la acción del castañito que parecía más que feliz por la escena.
Luego de eso, el almuerzo se resumió en Sungmin imitando la acción de hacer aparecer el peluche de la caja todas las veces que pudo mientras los presentes festejaban cada vez que lo hacía.
Era algo demasiado repetitivo quizá pero las risas del pequeño cada vez que completaba su actuación hacía que valiera la pena.
Al final del almuerzo Sungmin parecía realmente cansado por lo que decidieron que ir al parque sería demasiado para el pequeño ojiazul que comenzaba a dormirse sobre la mesa.
Cambiaron sus planes, regresando al departamento del rizado para dejar que el pequeño durmiera mientras los cuatro chicos preparaban la sala para una "Noche de películas".
Si, cumplirían el deseo de Hoseok y Taehyung.
Corrieron de lugar los muebles de la sala para tener el suficiente espacio para acomodar unos colchones ahí y una vez que estos estuvieron acomodados, los cubrieron con cuantas mantas, frazadas, acolchados y almohadas hubiera en el departamento.
Unas dos horas después el castañito despertó de su siesta, poniéndose realmente feliz cuando pudo ver todo lo que habían armado en la sala.
Se acomodaron sobre los colchones luego de apagar todas las luces, siendo iluminados solamente por la luz del gran televisor que estaba frente a ellos.
Jungkook y Sungmin quedaron al medio mientras que Hoseok, Yoongi y Taehyung se acomodaron a los costados. A petición de Jimin, los cinco se tomaron un par de fotos, algunas sonriendo y otras haciendo distintas caras que provocaban una fuerte risa en el pequeño ojiazul.
Vieron ambas películas por las que Taehyung y Hoseok habían discutido desde ayer y, tal como el rizado dijo, Sungmin amó ambas.
Decidieron ver una tercera película pero a mitad de esta Jungkook y Sungmin se quedaron completamente dormidos, el rizado abrazando a Minnie y el pequeño con su cabeza apoyada sobre el brazo de su papá, sosteniendo con ambas manitos la remera del ojiverde.
Al notar la escena, el resto de chicos decidieron apagar el televisor quedándose completamente dormidos también en cuestión de minutos.
✧✦✧
Jungkook se encontraba junto a Sungmin tachando en su calendario improvisado el día número diecinueve de veintiocho.
Esos eran los días que habían pasado desde que Jimin se fue y hoy ya solo faltaban nueve días más para que el ojiazul estuviera de regreso en casa.
El rizado estaba más que feliz por los pocos días que faltaban y por como ya se podía hacer cargo de las cosas con más facilidad. Incluso hasta ya entendía algunos balbuceos de Sungmin o sabía que quería el pequeño por sus distintos gestos.
Aunque entender los balbuceos de Minnie no fue completamente mérito de Jungkook, el pequeño luego de compartir tanto tiempo con cuatro adultos que no paraban de hablar, de a poco podía pronunciar algunas cosas nuevas y otras que ya sabía pero con más facilidad.
La mayor sorpresa se la llevaron Taehyung, Yoongi y Hoseok cuando el castañito comenzó a pronunciar con un poco de dificultad sus nombres, cosa que no había hecho hasta ahora.
Taehyung era "Tae" o "Te" y es el nombre que Sungmin pronunciaba más seguido —Kim se burlaba de los otros dos chicos diciendo que era su tío favorito—.
Cuando quería llamar a Hoseok pronunciaba un "Hobi" estirando la "i" ya que así lo llamaban el resto de chicos.
Y Yoongi era "Yoon", bastante fácil para el pequeño pero esa no era la única forma de llamarlo.
Una tarde, luego de que Min retara a todos por hacer ruido, Jungkook y Hoseok le enseñaron a Sungmin a llamar a Yoongi como "Abu".
Claramente Jungkook, Hoseok y Taehyung rieron a carcajadas la primera vez que el pequeño ojiazul llamó así a Yoongi.
Hoy solo Min acompañaba a Jungkook ya que Taehyung y Hoseok se iban a estar ocupando de algunas cuestiones de su Tienda.
Los cinco adultos tenían un local de artículos de seguridad personal. Habían juntado el dinero del retiro de los cuatro luego de dejar el campo militar y Taehyung aportó sus ahorros de otros empleos y decidieron invertir lo suficiente para que el local fuera lo suficiente grande y tuviera los suficientes empleados para que ellos solo tuvieran que asistir en casos especiales ya que no habían tenido un respiro desde que ingresaron a la escuela militarizada y Kim desde que empezó a trabajar en distintos lugares.
Para su suerte todo funcionaba a la perfección.
El rizado se encontraba juntando la ropa para llevarla a la lavadora cuando unos golpes se hicieron presente en la puerta del departamento.
Se acercó a abrirla y del otro lado se encontró con Nawoon, su vecina de 83 años. La anciana era realmente especial y agradable. Siempre saludaba con demasiado cariño a Sungmin y sus padres.
Jimin le contó al rizado que muchas veces, cuando Sungmin tenía semanas de nacido, Nawoon le había ayudado enseñándole algunas cosas o simplemente preparándole alguna comida casera cuando veía al ojiazul muy cansado.
—Buenos días, cariño. ¿Cómo están tú y Minnie? —saludó afectuosamente.
—Hola, Nawoon. Estamos bien, contando los días para que Jim vuelva —hizo un pequeño puchero—. ¿Y usted?
—Bien aunque pasé unos días en reposo por un resfrío.
—Oh, me hubiera avisado para estar atento por si necesitaba algo. Jimin va a matarme si se entera que no estuve para ayudarle.
—No te preocupes —respondió riendo—. Vino uno de mis nietos a cuidarme. Además no iba a molestarte a ti, debes haber estado muy ocupado con Minnie. De hecho dudé un poco en venir a molestarte hoy —dijo apenada.
—Usted nunca podría ser una molestia y menos aún después de lo mucho que ayudó a Jim cuando no pude estar. ¿Necesita ayuda con algo?
—Si, mi nieto se fue hace unos días y ya se acabaron los vegetales y las frutas en casa, estaba por salir a comprar pero no creo poder cargar las cosas, aún me siento un poco débil —comentó con un suspiro—. Pasaba para preguntar si podría algunos de los chicos acompañarme a comprar así me ayudan con las bolsas.
—Puedo ir yo, también debo comprar algunas cosas. ¿Quiere dejarme una lista y voy solo yo así no está tanto tiempo fuera de casa? —pregunto Jungkook preocupado.
—Oh claro que no. Salir a comprar es una excusa para poder salir un poco del departamento, en verdad me aburrí mucho ahí adentro. Estar en reposo no es para mí —rió—. Además ir por las frutas y los vegetales es una de mis actividades favoritas.
—¿Si? A mi hace unas semanas me aterraba la idea —rió junto a Nawoon—. Vamos entonces, debo ir a cambiarme, ¿quiere esperar adentro?
—Está bien no te preocupes, debo ir por mi abrigo. ¿Te parece si nos reunimos aquí en unos minutos?
—Me parece bien —sonrió—. Nos vemos en un rato entonces.
—Nos vemos —Nawoon saludó y se retiró hacia su departamento.
Rápidamente el rizado entró al departamento y antes de ir a cambiarse buscó a Yoongi en la sala.
—Hey Yoon, ¿crees que puedes vigilar a Sungmin un rato?
—¿Que yo qué? —preguntó girándose rápidamente hacia el rizado.
—Debo acompañar a Nawoon a comprar y de paso iba a comprar yo también pero si llevo a Sungmin va a ser complicado. ¿Puedes cuidarlo? No es mucho tiempo.
—Oh no, no Jungkook. Puedo ir yo y tú te quedas con él —Yoongi se paró comenzando a caminar hacia la puerta.
—No —Jungkook lo detuvo—. La última vez que fuiste tú a comprar te confundiste con la mayoría de cosas y no trajiste nada de lo que necesitaba. Por favor va a ser solo unos minutos.
—Ugh está bien —dijo poco convencido.
Unos minutos después el rizado salió por la puerta dejando solos a Yoongi y Sungmin.
✧✦✧
Yoongi sentía que estaba manejando bien la situación hasta que sintió que alguien tiraba de su pantalón.
—Abbu —llamó el pequeño ojiazul.
—Debo vengarme de tu padre por hacerte decirme así —dijo serio—. ¿Qué quieres?
El castañito le enseñó unos peluches haciéndole entender que quería jugar con ellos.
—Bien, no. Eso lo haces con Taehyung, Hoseok o incluso papá Jungkook, ¿si? Yo no sé jugar.
El pequeño bajó ambos brazos a los costados con expresión triste.
—No, no, no. Por favor no llores —levantó al pequeño ojiazul y lo sentó a su lado en el sillón—. A ver... ¿Qué quieres hacer con estos muñecos?
Sungmin comenzó a balbucear una catarata de cosas imposibles de entender para el ojimiel que lo miraba atentamente. El castañito le dio uno de los peluches a Yoongi y continuó balbuceando y haciendo gestos. Una vez que terminó, miró atentamente a Min.
—Ammm... No voy a mentirte, Minnie. No entendí absolutamente nada —el pequeño le dio una mirada confusa—. Te lo dije, yo no sé jugar. ¿Y si vemos algo en la tele? Eso te puede entretener el tiempo que falte para que Jungkook vuelva.
Ambos se acomodaron sobre el sofá mirando los canales pasar hasta encontrar algo interesante.
No pasó mucho tiempo cuando Yoongi dejó su favorito, History Channel. Para su suerte estaban pasando nuevos capítulos de "El precio de la historia".
Sungmin balbuceó algunas cosas y frunció su ceño.
—Shhh —puso su dedo índice sobre sus labios—. Verás tus programas cuando sepas manejar el control.
Sungmin se rindió y comenzó a ver el programa sin entender absolutamente nada.
✧✦✧
Casi media hora después el rizado llegó al departamento, una vez que estuvo en la puerta trató hacer el menor ruido posible al entrar ya que suponía que el pequeño ojiazul estaba durmiendo.
De camino a la cocina, donde pensaba dejar las cosas, escuchó el televisor. Yoongi estaba viendo su programa, claramente Sungmin estaba durmiendo.
Dejó las bolsas y se dirigió hacia la sala.
Desde un costado logro ver a Yoongi sentado en su sofá mirando la televisión y, para su sorpresa, Sungmin estaba haciendo exactamente lo mismo.
—Es que no lo entiendo —Yoongi miró al pequeño—. Ese hombre llevó una chatarra y le dieron miles de dólares. He visto cosas mejores y no le ofrecían ni cinco centavos —al terminar de hablar cruzó sus brazos y se apoyó sobre el respaldar mirando nuevamente el televisor.
Sungmin frunció su ceño y balbuceó algunas cosas imitando los movimientos de Yoongi.
Jungkook reprimió unas cuantas risas mientras observaba al dúo sobre el sillón.
—Por dios, Abu. Te dejo a mi hijo por unos minutos y ya es un hombre de 60 jubilado —rió—. ¿También aprendió a decir que todo lo de antes era mejor? —el rizado se acercó y alzó a Sungmin quien se había puesto muy alegre al escucharlo hablar.
Un sonido de caja registradora salió del televisor haciendo que Minnie se removiera entre los brazos de su papá para poder volver al sofá.
El rizado un tanto ofendido dejó al pequeño en el mismo lugar que estaba antes mientras Yoongi lo observaba con una sonrisa.
—Pero qu...
—Shhhhh —Yoongi y Sungmin interrumpieron al ojiverde llevando su dedo índice a sus labios en señal de silencio.
—Está bien, me retiro antes de que me peguen con su bastón.
Jungkook dejó a Min y Minnie para ir a acomodar las cosas que había comprado. Segundos después escuchó a Yoongi decir algo como "¿¡Enserio van a pagar tanto por esa basura!?" y a Sungmin balbuceando algunas cosas en tono molesto.
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